
1. Conservar vino no es solo guardarlo en la nevera
Una de las creencias más extendidas es que cualquier vino debe guardarse en el frigorífico. Esto solo es cierto en algunos casos: los vinos blancos, rosados o espumosos pueden mantenerse fríos, pero los tintos (especialmente los crianzas y reservas) pierden aroma y estructura a temperaturas tan bajas.
2. Temperatura: el factor clave
El vino necesita estabilidad. Lo ideal es conservarlo entre 12 y 16 °C, alejado de fuentes de calor, de luz directa y de cambios bruscos. Si no tienes vinoteca, busca un lugar fresco, seco y oscuro: un armario interior o una despensa suelen funcionar bien.
3. ¿Y si ya he abierto la botella?
Una vez abierta, el vino empieza a oxidarse. Para que aguante entre 2 y 5 días (según el tipo), tápalo herméticamente, mantenlo en vertical y guárdalo en un lugar fresco (los tintos también pueden ir a la nevera si no hay otro sitio más adecuado). Existen tapones al vacío muy útiles para prolongar su vida.
4. Evita estos errores comunes:
-
Guardarla en la cocina: hay cambios constantes de temperatura.
-
Colocar la botella vertical si está cerrada con corcho: el corcho puede secarse y entrar aire.
-
Dejar botellas al sol o en vitrinas iluminadas: la luz directa daña el vino rápidamente.
-
Taparla con papel de aluminio o sin ajustar bien el corcho: entra oxígeno y acelera el deterioro.
5. ¿Vinoteca sí o no?
Si eres amante del vino y compras con frecuencia, invertir en una vinoteca doméstica puede ser una gran decisión. Te permitirá conservar varias botellas en condiciones ideales sin complicarte, sobre todo si vives en zonas calurosas o sin espacio fresco.
Conclusión:
Conservar bien el vino es cuidar del trabajo de la bodega y de tu experiencia como consumidor. Evita errores comunes, presta atención a la temperatura, la posición de la botella y la exposición a la luz. Así, cada vez que abras una botella de Bodegas Alore, sabrá tal y como fue concebida.
Síguenos:
0 comentarios