Los aspectos básicos que se deben tener en cuenta en la conservación del vino son los siguientes:

• Ubicación: En la casa tenemos que encontrar el lugar ideal para guardar el vino. El lugar ideal sería un espacio natural, pero si no, puedes usar un armario calefaccionado o, si eso tampoco es posible, un armario oscuro ubicado en el rincón más fresco de la casa, generalmente en la planta baja o el sótano.
• Vibraciones: Es importante evitar cualquier tipo de vibración fuerte y sostenida que pueda afectar al vino, ya que estas son muy perjudiciales. Pueden crear lo que se conoce como “fatiga del vino“, especialmente aquellas vibraciones que ocurren de manera regular y continua.
• Ventilación: La ubicación donde tengamos almacenado el vino debe tener una buena ventilación para evitar la formación de malos olores. Se dice que el vino “respira”. Por eso es necesario eliminar la fuente de cualquier olor fuerte, ya que puede llegar al vino a través del corcho.
• Luz: El vino debe almacenarse en un lugar oscuro. La luz y el sol son los mayores oxidantes. Si hay luz, lo mejor es no dirigirla. Los rayos ultravioleta del sol favorecen la oxidación, lo que puede provocar un envejecimiento prematuro del vino.
• Movimiento y posición de la botella: Las botellas de vino almacenadas no deben moverse. Estos deben mantenerse planos o en ángulo para que las burbujas de aire internas estén en los hombros y el corcho permanezca húmedo e inflado en todo momento. La posición ideal para la botella es plana con una ligera inclinación del 5%. El vino debe almacenarse de tal manera que la botella no tenga que ser trasladada a otro lugar.
• Temperatura: De ser posible, que no oscilen mucho las temperaturas, entre los 3º al año, aproximadamente.
• Humedad: La humedad es un tema muy importante en el mantenimiento del vino, si la humedad de la habitación es muy baja, se puede secar el corcho del vino y que pase el aire, haciendo que se oxide el vino. Si la humedad es muy elevada, se pueden llegar a desarrollar parásitos y atacar los corchos, suponiendo un grave problema para nuestros vinos. Como recomendación, se debe mantener una humedad media que ronde entre el 60% y el 80%.